Probablemente has oído hablar sobre la Talasofobia, el miedo al océano. Pero,  has escuchado alguna vez el término para la gente que siente un amor y atracción hacia el mar? Eso es la Talasofilia. La palabra se origina en la antigua Grecia como el Amor (“filia”) hacia Thalassa quien, en la mitología griega, era la diosa primigenia y espíritu del mar. 

¿Quieres saber si eres talasófilo? 

¡Lo eres si te identificas con las siguientes afirmaciones!

1. Puedes pasar horas contemplando el mar y aprendiendo de él. Tu curiosidad por el océano hace que te sientas cada vez más atraído a él.
2. Necesitas estar cerca del mar. Cualquier momento es el indicado para sentir el agua. Está en tus prioridades practicar SUP u otro deporte acuático. 
3. Tus decisiones importantes siempre tienen en cuenta al mar. Estas decisiones incluyen buscar trabajo, vivienda o vacaciones. El mar para ti es un aspecto que mejora cualquier situación.
4. Echas de menos el océano cuando pasas tiempo sin verlo. Notas que te falta algo de felicidad y esperas con ansias el día que vuelvas a él.
5. Sientes una conexión espiritual con el océano. Para ti, estar en el mar es mucho más que nadar. Es una ocasión para conectar con nuestro yo interior y con una fuente infinita de energía que nos transmite también paz y tranquilidad.
6. El mar te da felicidad y te sientes responsable de cuidarlo. Adoptas conductas de consumo más responsable e invitas a otros a que cuiden el océano.
7. Te das cuenta de que, inconscientemente, pasas mucho tiempo junto al mar.